(Publicado en Telecom en tu vida – Enero, febrero 2010/Nº 42)
Según los expertos, para evitar que los chicos sufran la adaptación al horario escolar, diez días antes del cambio conviene levantarlos 15 minutos más temprano cada día.
El verano transcurrió con horarios relajados y niños entregados a largos e intensos días de luz y calor. Pero, se viene el cambio de rutina y se imponen los madrugones. Y el cuerpo acusará recibo. Los expertos subrayan que es fundamental empezar a preparar a los chicos para adelantar las agujas de su reloj biológico, no sólo para evitar malhumores ni peleas mañaneras sino, sobre todo, para cuidar su salud. Si no duermen las horas necesarias no podrán enfrentar como deberían las jornadas que se les vienen, y hasta podrían enfermarse más.
La solución la tiene el sol, su mágica luz. La manera más efectiva, natural e higiénica (no farmacológica) de volver a poner en “horario cultural” las agujas del reloj biológico es exponiendo a los niños a la luz solar. “Hay que hacerlos ver la luz más temprano, y si es natural mejor. La luz es lo que mueve las agujas. Sería ideal hacer una caminata a la mañana, o salir un rato a pasear al aire libre. De no ser posible se puede simplemente encender la luz, explica el biólogo Diego Golombek.
Por la noche, lo contrario: es clave empezar a “apagar” todo más temprano, para ir bajando los estímulos sensoriales antes de que caiga el sol.
También es recomendable ajustar los horarios del baño y el sueño. No dejar la hora de acostarse en manos de los chicos. Es importante sentarse y hablar: explicarles que el sueño es reparador y que si no descansan van a estar de mal humor, no van a poder aprender ni disfrutar y hasta se van a enfermar más.
El doctor Horacio Encabo, al frente del departamento de Vigilia y Sueño del FLENI, hace hincapié en otro enemigo del buen dormir: los aparatos electrónicos que se multiplican en los cuartos de los chicos. “A la noche hay que desenchufarlos de la tele, la Playstation, los celulares y demás. Bajar los estímulos. Está probado que hipnotizan, que elevan los niveles de ansiedad y que abrevian el tiempo de sueño. Y un chico que duerme mal va a pasar el día siguiente disconforme consigo mismo, con su familia y con su medio. Su rendimiento y su desempeño caerán notablemente”, dice.
El verano transcurrió con horarios relajados y niños entregados a largos e intensos días de luz y calor. Pero, se viene el cambio de rutina y se imponen los madrugones. Y el cuerpo acusará recibo. Los expertos subrayan que es fundamental empezar a preparar a los chicos para adelantar las agujas de su reloj biológico, no sólo para evitar malhumores ni peleas mañaneras sino, sobre todo, para cuidar su salud. Si no duermen las horas necesarias no podrán enfrentar como deberían las jornadas que se les vienen, y hasta podrían enfermarse más.
La solución la tiene el sol, su mágica luz. La manera más efectiva, natural e higiénica (no farmacológica) de volver a poner en “horario cultural” las agujas del reloj biológico es exponiendo a los niños a la luz solar. “Hay que hacerlos ver la luz más temprano, y si es natural mejor. La luz es lo que mueve las agujas. Sería ideal hacer una caminata a la mañana, o salir un rato a pasear al aire libre. De no ser posible se puede simplemente encender la luz, explica el biólogo Diego Golombek.
Por la noche, lo contrario: es clave empezar a “apagar” todo más temprano, para ir bajando los estímulos sensoriales antes de que caiga el sol.
También es recomendable ajustar los horarios del baño y el sueño. No dejar la hora de acostarse en manos de los chicos. Es importante sentarse y hablar: explicarles que el sueño es reparador y que si no descansan van a estar de mal humor, no van a poder aprender ni disfrutar y hasta se van a enfermar más.
El doctor Horacio Encabo, al frente del departamento de Vigilia y Sueño del FLENI, hace hincapié en otro enemigo del buen dormir: los aparatos electrónicos que se multiplican en los cuartos de los chicos. “A la noche hay que desenchufarlos de la tele, la Playstation, los celulares y demás. Bajar los estímulos. Está probado que hipnotizan, que elevan los niveles de ansiedad y que abrevian el tiempo de sueño. Y un chico que duerme mal va a pasar el día siguiente disconforme consigo mismo, con su familia y con su medio. Su rendimiento y su desempeño caerán notablemente”, dice.
1 comentario:
NIÑOS Y ADOLESCENCENTES: GENERACIÓN NET: ¿VENTAJA O DESVENTAJA?
Los niños y adolescentes de estos tiempos nos sorprenden con sus nuevas y desafiantes propuestas net: grupos virtuales, miles de contactos en el chat, juegos que simulan sus vidas, conciencia virtual, seguidores virtuales...los adultos no podemos decir "yo pasé por esto antes...por eso te digo que...", frente a los desafíos tecnológicos, los padres y los educadores nos solemos sentir "fuera de onda", la adolescencia de hoy no es nuestra adolescencia, es un error pretender responder a los adolescentes net, con la experiencia que nosotros vivimos... los padres de niños y de adolescentes frente a las nuevas tecnologías, deberíamos situarnos en estar aprendiendo con ellos, como verdaderamente pasa, y no situarnos en la vereda de enfrente como que es algo ya sabido por nosotros. Pensar con ellos, ayudarlos a descubrir cómo la tecnología los puede ayudar y cuando los puede perjudicar, podrìa ser la clave. Escucharlos ayuda mucho, sincerarnos y potenciar nuestra experiencia con su motivaciòn en la bùsqueda de posturas adecuadas a los tiempos que vivimos podrìa ser una clave. JUNTOS Y UNIDOS.
Gracias por brindar la posibilidad para este intercambio. Lorena Farinòn.
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