Las enfermedades del corazón y el cáncer son las principales causas de muerte en nuestro país, dos males que se alimentan de riesgos que se pueden prevenir: los principales, la hipertensión, el colesterol alto, la falta de controles y el sedentarismo.
Hablar de la muerte siempre incomoda. En general, a nadie le gusta detenerse a pensar en el tema, y más de uno preferiría que no se la mencione. Pero no siempre abordar estas cuestiones supone una invitación a pensar en un final ineludible. Se puede hablar de muerte con la intención de defender y cuidar la vida. Es la apuesta de un informe realizado por especialistas del Hospital Universitario Austral, basado en estadísticas de Salud de la Nación.
Los expertos analizaron un tema que nos inquieta: ¿De qué nos morimos los argentinos? ¿Cuáles son las principales causas de mortalidad en el país? Las cifras oficiales revelan que son dos los males que se cobran la mayor cantidad de vidas: las afecciones del corazón y el cáncer.
Es estas respuestas es donde se abre un espacio en el que se puede hablar de la muerte para cuidar la vida. Porque el corazón se puede curar: su salud está en nuestras manos si nos proponemos hacer algo para que su latido siga llenando de vida nuestro cuerpo durante años. Y porque en su mayoría, el avance de la mayor parte de los tumores se pueden prevenir (con algunas medidas concretas) o, en su defecto, curar si los chequeos y alertas están al día y los tumores se detectan tempranamente.
Es decir: las principales causas de mortalidad en Argentina podrían bajar notablemente su prevalencia si nos decidimos a tomar cartas en el asunto. Para empezar, basta con atender dos cuestiones claves: la primera, los hábitos; la segunda, los controles, que deben ser periódicos y rigurosos en función de lo recomendable para cada grupo de edad.
Hablar de la muerte siempre incomoda. En general, a nadie le gusta detenerse a pensar en el tema, y más de uno preferiría que no se la mencione. Pero no siempre abordar estas cuestiones supone una invitación a pensar en un final ineludible. Se puede hablar de muerte con la intención de defender y cuidar la vida. Es la apuesta de un informe realizado por especialistas del Hospital Universitario Austral, basado en estadísticas de Salud de la Nación.
Los expertos analizaron un tema que nos inquieta: ¿De qué nos morimos los argentinos? ¿Cuáles son las principales causas de mortalidad en el país? Las cifras oficiales revelan que son dos los males que se cobran la mayor cantidad de vidas: las afecciones del corazón y el cáncer.
Es estas respuestas es donde se abre un espacio en el que se puede hablar de la muerte para cuidar la vida. Porque el corazón se puede curar: su salud está en nuestras manos si nos proponemos hacer algo para que su latido siga llenando de vida nuestro cuerpo durante años. Y porque en su mayoría, el avance de la mayor parte de los tumores se pueden prevenir (con algunas medidas concretas) o, en su defecto, curar si los chequeos y alertas están al día y los tumores se detectan tempranamente.
Es decir: las principales causas de mortalidad en Argentina podrían bajar notablemente su prevalencia si nos decidimos a tomar cartas en el asunto. Para empezar, basta con atender dos cuestiones claves: la primera, los hábitos; la segunda, los controles, que deben ser periódicos y rigurosos en función de lo recomendable para cada grupo de edad.
Empecemos por el corazón
La Sociedad Argentina de Cardiología estima que en la Argentina mueren, por problemas cardiovasculares, unas 2.500 personas por año y que, en ese mismo período, se producen entre 30 y 40 mil infartos, de los cuales 16 mil resultan fatales. “Las enfermedades cardíacas, y especialmente el infarto agudo de miocardio, constituyen la principal causa de muerte en el país y en el mundo”, dice el doctor Daniel Grassi, jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital Austral.
Es un hecho, pero, ¿inevitablemente? No siempre. “Hay factores de riesgo que favorecen su desarrollo, como el tabaquismo, la hipertensión arterial –afección que padece 1 de cada 3 adultos-, la hipercolesterolemia, el estrés, la mala alimentación y el sedentarismo. Todos ellos están de alguna u otra manera asociados a los hábitos de la persona. Por lo tanto, estos males son prevenibles.
Si se toma la presión arterial periódicamente, se elige una actividad física adecuada, se evita el tabaquismo y se tiene una alimentación sana, el riesgo cae considerablemente. Eso sí: hay que tener claro que los esfuerzos deben ser permanentes para poder lograr los cambios necesarios en los pacientes”, dice Grassi.
La Sociedad Argentina de Cardiología estima que en la Argentina mueren, por problemas cardiovasculares, unas 2.500 personas por año y que, en ese mismo período, se producen entre 30 y 40 mil infartos, de los cuales 16 mil resultan fatales. “Las enfermedades cardíacas, y especialmente el infarto agudo de miocardio, constituyen la principal causa de muerte en el país y en el mundo”, dice el doctor Daniel Grassi, jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital Austral.
Es un hecho, pero, ¿inevitablemente? No siempre. “Hay factores de riesgo que favorecen su desarrollo, como el tabaquismo, la hipertensión arterial –afección que padece 1 de cada 3 adultos-, la hipercolesterolemia, el estrés, la mala alimentación y el sedentarismo. Todos ellos están de alguna u otra manera asociados a los hábitos de la persona. Por lo tanto, estos males son prevenibles.
Si se toma la presión arterial periódicamente, se elige una actividad física adecuada, se evita el tabaquismo y se tiene una alimentación sana, el riesgo cae considerablemente. Eso sí: hay que tener claro que los esfuerzos deben ser permanentes para poder lograr los cambios necesarios en los pacientes”, dice Grassi.
La detección temprana, clave en la prevención del cáncer
La segunda causa de muerte son los tumores. La detección temprana es clave en el caso del cáncer, porque la curación y la sobrevida aumentan notablemente si se detecta la enfermedad cuando recién comienza. Pero, más allá del diagnóstico precoz, el cáncer también se puede prevenir. La obesidad, por ejemplo, multiplica el riesgo de algunos tumores; y el tabaquismo es, por lejos, la principal causa del cáncer de pulmón.
“Debido al incremento de mujeres fumadoras y contra todo pronóstico –dado que el tumor más frecuente en la mujer es el de mama-, el cáncer de pulmón encabeza, en ambos sexos, la lista de muertes por causas oncológicas”, apunta Grassi. Esta enfermedad, que en 9 de cada 10 casos está ligada al tabaquismo, suele ser tratada demasiado tarde.
El segundo más frecuente en los hombres es el de próstata, que suele presentarse más tardíamente; en las mujeres, al de pulmón le sigue el cáncer de mama. En ambos casos, la detección precoz multiplica considerablemente la tasa de curación.
Dios, el destino, la naturaleza o la “suerte”, según uno crea, tendrá siempre la última palabra. Pero… cuidar la salud, si está en nuestras manos. Basta con decidirlo. Como siempre, estamos a tiempo…
La segunda causa de muerte son los tumores. La detección temprana es clave en el caso del cáncer, porque la curación y la sobrevida aumentan notablemente si se detecta la enfermedad cuando recién comienza. Pero, más allá del diagnóstico precoz, el cáncer también se puede prevenir. La obesidad, por ejemplo, multiplica el riesgo de algunos tumores; y el tabaquismo es, por lejos, la principal causa del cáncer de pulmón.
“Debido al incremento de mujeres fumadoras y contra todo pronóstico –dado que el tumor más frecuente en la mujer es el de mama-, el cáncer de pulmón encabeza, en ambos sexos, la lista de muertes por causas oncológicas”, apunta Grassi. Esta enfermedad, que en 9 de cada 10 casos está ligada al tabaquismo, suele ser tratada demasiado tarde.
El segundo más frecuente en los hombres es el de próstata, que suele presentarse más tardíamente; en las mujeres, al de pulmón le sigue el cáncer de mama. En ambos casos, la detección precoz multiplica considerablemente la tasa de curación.
Dios, el destino, la naturaleza o la “suerte”, según uno crea, tendrá siempre la última palabra. Pero… cuidar la salud, si está en nuestras manos. Basta con decidirlo. Como siempre, estamos a tiempo…
Fuente: Telecom+Salud
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